Los primeros años de vida son una etapa llena de descubrimientos, cambios y avances constantes, rápidos y sorprendentes. Durante este período se sientan las bases para futuros aprendizajes, hábitos y habilidades. Cada experiencia, por sencilla que parezca, contribuye a su desarrollo.
A continuación, queremos compartir cómo es el crecimiento en las diferentes etapas de los 0 a los 3 años, qué podemos esperar y cómo acompañar a los pequeños en este camino con confianza, afecto y tranquilidad.
Etapa de 0 a 12 meses: descubriendo el mundo a través de los sentidos
Durante el primer año, los bebés exploran principalmente a través de la vista, el tacto, el oído y el movimiento. Reconocen voces, siguen objetos con la mirada, exploran texturas y empiezan a girarse, sentarse, gatear y ponerse de pie. También aparecen las primeras vocalizaciones y balbuceos.
Buscan el contacto, necesitan brazos, rutinas y un entorno que les aporte seguridad emocional.
¿Cómo podemos acompañarlos?
Hablarles con claridad y narrar acciones cotidianas. También cantarles: así aprenden diferentes sonidos, entonaciones y emociones.
Proporcionarles un lugar seguro para explorar, ofreciéndoles objetos de distintos colores y texturas, y favoreciendo el movimiento espontáneo.
Responder a sus señales, fortalecer el vínculo y crear rutinas que les den seguridad y confianza.


Etapa de 1 a 2 años: pequeños grandes exploradores
A partir del año comienza la etapa de mayor movimiento: caminar, subir, bajar, abrir, cerrar… Su curiosidad es infinita. También se desarrolla el lenguaje: aparecen las primeras palabras y avanzan notablemente la comprensión y la intención comunicativa.
Empiezan a querer hacer cosas “solitos” y buscan mayor autonomía.
Podemos acompañarlos ofreciendo espacios donde puedan moverse libremente y proponiendo actividades sencillas que fomenten su independencia: guardar juguetes, elegir entre dos opciones o colaborar en pequeñas tareas.
Es muy importante reforzar el lenguaje nombrando objetos, acciones y emociones, y validar sus frustraciones, porque forman parte natural del aprendizaje.



Etapa de 2 a 3 años: identidad, imaginación y palabras
Entre los 2 y los 3 años se producen grandes avances cognitivos y sociales. Las frases son más completas, hacen preguntas y se expresan con más claridad. También desean ser más autónomos, reafirmar su identidad y hacer las cosas solos, lo que a veces se traduce en rabietas o comportamientos desafiantes.
El juego simbólico se convierte en su actividad estrella: cocinar, cuidar muñecos, conducir coches imaginarios… Además, comienzan a interesarse por sus iguales y a compartir juegos.
Podemos acompañarlos ofreciendo materiales no estructurados, disfraces y muñecos que fomenten el juego simbólico. Conversar con ellos, describir situaciones y responder a sus preguntas ayuda a ampliar su vocabulario.
También es positivo proponer pequeñas responsabilidades para fortalecer su autonomía, reconocer sus logros y acompañar las rabietas con calma y límites claros.



Recordemos, el desarrollo no es una carrera, es un viaje lleno de descubrimientos. Desde Infantil 0-3 trabajamos junto con las familias, respetando que cada niño y cada niña es diferente y avanza a su manera y ritmo.
Si tienes dudas, observa, acompaña y consulta cuando lo necesites.

