La etapa educativa de Educación Infantil, aun no siendo de carácter obligatorio, suele suponer la primera toma de contacto de los niños y niñas con un centro educativo e incluso, en muchas ocasiones, de sus primeras socializaciones. A raíz de esto, como docentes, entendemos perfectamente el interés y la preocupación que nace por parte de las familias de conocer y saber la evolución del desarrollo personal y social de sus hijos.
Nuestro objetivo en ambos ciclos de Educación Infantil es acompañar, apoyar y ayudar a las familias en los primeros años de vida de sus hijos, trabajando hacia el íntegro desarrollo personal de los alumnos y haciendo énfasis en los valores, normas, actitudes y, sobre todo, en su felicidad. Alejandra Moles, madre de hijos en i1, i5 y 1º de Primaria, valora “el seguimiento y preocupación que tiene el tutor/a por mi hijo/a”.
Con este fin en mente, a lo largo de los distintos cursos de nuestra etapa, los docentes nos aseguramos de poder ir compartiendo con las familias toda la información acerca de sus hijos por diferentes vías de comunicación: a través de encuentros breves tanto por las mañanas como por las tardes, mensajes, resúmenes del día e instantáneas de las actividades en la agenda digital, dudas por correo electrónico, llamadas telefónicas y, como mínimo una vez durante el curso escolar, a través de tutorías.
Blanca Donadeu, madre de alumnos en i2 e i4, hace hincapié en la importancia de esta comunicación diaria: “Creo que es importante mantener una comunicación abierta y constante entre el colegio y nosotros, para garantizar que mis hijos están bien y tienen un buen desarrollo.” Para nosotros, las tutorías son un espacio donde compartir y buscar la mejora del crecimiento personal y social del alumno y donde poder establecer el indispensable trabajo cooperativo entre las familias y la escuela, con el fin de acompañar al alumno en su logro de objetivos, trabajando en equipo.
Ambas familias recalcan la importancia que le dan a las tutorías que tienen: “Me parecen súper importantes porque nos permiten tener una comunicación con los profesores y nos permite también estar al tanto del progreso académico y personal de nuestros hijo/as. Al final nuestros hijos pasan la mayor parte del tiempo en el colegio y los profesores nos pueden proporcionar otra visión de su comportamiento”, nos comenta Alejandra Moles. También, Blanca Donadeu, nos habla del vínculo que se estrecha en las tutorías entre la familia y la escuela: “Para mí, la cercanía y la oportunidad de tener una hora cara a cara con la tutora es lo que más valoro. Ella pasa la mayor parte del día con mis hijos, por lo que dedicar ese tiempo a profundizar en todos los aspectos es fundamental. Es una oportunidad para compartir inquietudes, recibir orientación y asegurarme de que estamos trabajando juntas para el bienestar y el progreso de mis hijos.”
A los docentes, estos espacios de intercambio de información y diálogo nos permiten tratar temas relevantes acerca del desarrollo y bienestar del menor, enfocándonos en el progreso de los alumnos en ámbitos como la autonomía, el lenguaje, la motricidad y su parte más social y emocional.
Alexandra Campoy, tutora de i1, añade: “También me gusta analizar junto con las familias las conductas, tanto en casa como en el aula, para identificar comportamientos y colaborar junto con los padres en estrategias de manejo. En las tutorías puedo desarrollar planes de acción individualizados dando respuesta a las necesidades de cada niño y ofreciendo apoyo a las familias.”
En conclusión, las tutorías en la etapa de Educación Infantil emergen como un puente esencial entre las familias y la escuela, permitiendo un intercambio muy valioso de información y una colaboración activa para el desarrollo integral de los niños y niñas. Son momentos privilegiados donde se abordan no solo aspectos académicos, sino también la evolución personal y social de los pequeños. Como hemos observado a través de las experiencias compartidas por familias como la de Alejandra Moles y Blanca Donadeu, estas reuniones son apreciadas y valoradas profundamente. De hecho, algunas familias expresan el deseo de tener aún más oportunidades para participar en tutorías: “Desde mi perspectiva, considero que las tutorías son tan importantes que estaría encantada de tener una cada trimestre. Es fundamental para mí ver cómo evolucionan mis hijos en todos los aspectos que hemos discutido. Por ejemplo, cuando voy a buscar a mis hijos, siempre pregunto a las tutoras cómo ha ido su día, buscando destacar tanto lo positivo como lo negativo. Esto no solo es para mantenerme informada, sino también para que mis hijos perciban la conexión entre el colegio y casa, y vean que estamos involucrados en su crecimiento y desarrollo en todos los aspectos de su vida”.
Para nosotros, como docentes, es fundamental seguir fomentando y fortaleciendo estos espacios de comunicación y colaboración, reconociendo su impacto positivo en el desarrollo infantil y en la construcción de un entorno educativo sólido y comprometido con el bienestar de cada niño y niña. Familia-escuela, un solo equipo, donde las tutorías se hacen esenciales para lograr dicho propósito.